domingo, 5 de abril de 2015
viernes, 13 de febrero de 2015
jueves, 14 de julio de 2011
viernes, 20 de mayo de 2011
lunes, 26 de julio de 2010
viernes, 16 de julio de 2010
martes, 29 de junio de 2010
viernes, 7 de agosto de 2009
miércoles, 10 de junio de 2009
martes, 2 de junio de 2009
domingo, 8 de febrero de 2009
sábado, 29 de noviembre de 2008
martes, 25 de noviembre de 2008
martes, 5 de agosto de 2008
sábado, 2 de agosto de 2008
miércoles, 28 de mayo de 2008
sábado, 17 de mayo de 2008
jueves, 8 de mayo de 2008
viernes, 21 de marzo de 2008
domingo, 3 de febrero de 2008
viernes, 1 de febrero de 2008
Mi primera...
Aunque no única-pero casi-ilustración a pincel con gouache. Que acabó en la basura en un arrebato de limpieza. Rescaté una antigua foto que tenía y por actualizar un poco el blog-que lo tengo bastante dejado- me decidí a colgarla. Pero al verla, estuve pensando...me vino además a la mente un sabio comentario, que no cayó en saco roto, de mi primo J.A., que me dijo algo así como que a ver si hacía una obra de arte...con lo que yo entiendo y añado...¡de las de verdad!.De estas que se pueden colgar, y son únicas e irrepetibles. Que no necesitas una impresora para verla al tamaño que la hiciste. Y ciertamente, es que tengo bastante-por no decir totalmente- abandonadas las técnicas "no frías"de ilustración, aquellas que suponen un contacto real con tu obra, aquellas que manchan y no son tan fáciles de corregir. Así que tal vez, no sé...sería conveniente retomar clases de pintura convencional, aunque sea por mero hobby, por hacer algo...de vez en cuando es conveniente volver a los orígenes.¿No creen?.
domingo, 25 de noviembre de 2007
domingo, 7 de octubre de 2007
domingo, 23 de septiembre de 2007
sábado, 8 de septiembre de 2007
domingo, 2 de septiembre de 2007
martes, 17 de julio de 2007
lunes, 18 de junio de 2007
sábado, 26 de mayo de 2007
domingo, 6 de mayo de 2007
lunes, 9 de abril de 2007
Canción infantil
-El autobús-
Y salió a la mañana siguiente
sin permiso de su resaca imprudente.
Inconsciente, incoherente, indecente.
Sus ojeras delataban
que en la noche sus entrañas se secaron
a través de las pupilas
y las pilas se agotaron.
Y en su mente se agolparon y agolparon…
Se agolparon los peces de colores,
las niñas con sus vestidos de flores,
el amor y su inseparable soledad.
Porque ¿qué más da?,
si mañana ya nada de eso estará.
Y un sol cegador,
Y salió a la mañana siguiente
sin permiso de su resaca imprudente.
Inconsciente, incoherente, indecente.
Sus ojeras delataban
que en la noche sus entrañas se secaron
a través de las pupilas
y las pilas se agotaron.
Y en su mente se agolparon y agolparon…
Se agolparon los peces de colores,
las niñas con sus vestidos de flores,
el amor y su inseparable soledad.
Porque ¿qué más da?,
si mañana ya nada de eso estará.
Y un sol cegador,
imponente coronaba el firmamento,
impidiéndole apartar por un momento
impidiéndole apartar por un momento
la mirada del asfalto
y de su pequeña sombra tirada,
que ridícula se veía proyectada.
Como privándole hasta de esa compañía
su silueta anclada también le temía.
Pero reía y reía…
Se reía de los peces de colores,
que ridícula se veía proyectada.
Como privándole hasta de esa compañía
su silueta anclada también le temía.
Pero reía y reía…
Se reía de los peces de colores,
de las niñas con sus vestidos de flores,
del amor y de su inseparable soledad.
Porque ¿qué más da?,
si mañana ya nada de eso estará.
Y esperaba el autobús,
imaginando que era el airbús
con destino a otro planeta,
para surcar como un cometa
el espacio sideral y sentir la libertad
de quien reta gravedad
sin tener que prescindir
del deseo de volar.
Y quería flotar y flotar…
Flotar sobre los peces de colores,
sobre las niñas con sus vestidos de flores,
sobre el amor y sobre su inseparable soledad.
Porque ¿qué más da?,
si mañana ya nada de eso estará.
Y llegó a la última parada,
oyendo cómo el chófer le exclamaba:
“ ¡Bájese, que aquí ya no puede continuar!”.
Y entre gritos de la gente y sonidos de sirena,
se apeó mientras veía cómo yacía
aquél hombre cuyo nombre
le sonaba familiar,
rodeado de... sus peces de colores,
de sus niñas de vestidos de flores,
del amor, pero sin su inseparable…soledad.
del amor y de su inseparable soledad.
Porque ¿qué más da?,
si mañana ya nada de eso estará.
Y esperaba el autobús,
imaginando que era el airbús
con destino a otro planeta,
para surcar como un cometa
el espacio sideral y sentir la libertad
de quien reta gravedad
sin tener que prescindir
del deseo de volar.
Y quería flotar y flotar…
Flotar sobre los peces de colores,
sobre las niñas con sus vestidos de flores,
sobre el amor y sobre su inseparable soledad.
Porque ¿qué más da?,
si mañana ya nada de eso estará.
Y llegó a la última parada,
oyendo cómo el chófer le exclamaba:
“ ¡Bájese, que aquí ya no puede continuar!”.
Y entre gritos de la gente y sonidos de sirena,
se apeó mientras veía cómo yacía
aquél hombre cuyo nombre
le sonaba familiar,
rodeado de... sus peces de colores,
de sus niñas de vestidos de flores,
del amor, pero sin su inseparable…soledad.
domingo, 11 de febrero de 2007
jueves, 11 de enero de 2007
jueves, 4 de enero de 2007
miércoles, 3 de enero de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)